sábado, 9 de mayo de 2009

PLANETA Z35Y(Capítulo 3.2)

z35Y

Richard se despertó colgado de un árbol del paracaídas, miró abajo y vio a Fortuna.

-¡Salte profesor!­-dijo Fortuna-el paracaídas le frenará la caida-.

Richard saltó y comenzó a caer rápido hacía el suelo, justo cuando iba a llegar el paracaídas le frenó, y justo cuando volvía a subir hacia arriba Fortuna le cortó las cuerdas.

Richard y él comenzaron a caminar por la espesa jungla, hasta que a la media hora vieron un claro, en el centro había una inmensa nave espacial, tenia unas letras:`` SOS Libertad II. ´´

Richard se agazapó detrás de unas plantas, y Fortuna hizo lo mismo.

-¿No cree que deberíamos ayudar?, hay una señal de socorro escrita con sangre-dijo Fortuna-.

-No, es una trampa, aunque no se porque la han vuelto a montar, me pregunto para quien será-dijo Richard-.

-¿Quienes la han montado?-.

-Eso-dijo Richard señalando a la puerta de la nave-.

Un alienígena salió por la puerta junto a otro, los dos hablaban en un lenguaje muy extraño. Richard sacó una agenda electrónica del bolsillo y se metió en el traductor de idiomas.

-¿Cree que eso servirá de algo?-dijo Fortuna-.

-Eso espero. Si el gobierno me proporciona acceso al pentágono yo me aprovecho e introduzco datos en mi agenda-dijo Richard abriendo la parte de atrás de la agenda y trastocando cables, y conectándolos a una pequeña antena que tenia en el bolsillo del traje-Esto me servirá para saber en que piensan lo utilizan en el FBI-.

La agenda comenzó a captar las señales emitidas por el cerebro de las criaturas.

-452627278288276335422662771-mostraba la imagen en la pantalla de los pensamientos de los alienígenas-.

-718876866773736738228863829-pensaba el segundo-.

-838892992...................... -.

-.................-el alienígena miró hacía Richard-.

Los alienígenas saltaron y desaparecieron.

-¿Dónde están?-preguntó Fortuna-.

-No tengo ni idea, ¿me haces un favor?-dijo Richard-.

-Depende del que favor se trate-.

-¿Puedes entrar hay dentro y buscar una radio?-.

-Claro, y ya de paso me sirvo en bandeja a esos bichos... ¿Esta loco?-.

-¿Quieres vivir?-.

-Si, pero no creo que entrando ahí a por su radio tenga una garantía de sobrevivir-.

-Si no lo haces nos mataran igual, busca una radio, ropa, y armas... nos convendrán-.

-Si me ven, seré yo quien te mate a ti-.

...

Paul se despertó en una cama, a su lado había un hombre, era alto, tenia la piel verde, ojos azules, e iba cubierto solo con un taparrabos.

-Hola, mi nombre es Green y soy su vigilante, el jefe desea verle a usted y a sus amigos-dijo el hombre señalando a otras dos camas a su derecha-despiértelos y salgan les espero fuera-.

Paul despertó a George y Jack, éstos reaccionaron y vieron unas ropas al pie de su cama, eran ropas militares como las que les dieron en la NASA.

Salieron fuera, se encontraban en una cabaña en un árbol gigante, montones de viviendas se amontonaban en los árboles.

-Bien, veo que se han puesto las ropas que rescatamos del objeto volador-dijo Green-.

-¿Objeto volador?-pregunto Paul-.

-Sí, al sur del poblado objeto volador, tenia dibujos raros-dijo Green haciendo un dibujo en el suelo-.

Escribió `` Libertad II. ´´

Todos se dirigieron a un ascensor hecho de madera, paja y caña, el cable del ascensor estaba hecho de lianas. El ascensor comenzó a subir hasta la copa de los árboles, pronto bajaron del ascensor y se dirigieron hacía una gran cabaña que se encontraba en el centro de todas las copas y con el que se comunicaban un montón de pasarelas.

-¿Por qué viven en los árboles?-dijo Jack-.

-Para evitar ser detectados por los Ewens-dijo Green-.

-¿Pero que son esas cosas?-preguntó George-.

-El jefe os los explicará, ya hemos llegado-.

La cabaña era enorme, la entrada estaba protegida por dos guardias éstos iban armados con escudos y unas lanzas. Al entrar en la cabaña caminaron por un estrecho pasillo, todo era maravilloso, estaba alfombrado y lleno de cuadros, los cuadros mostraban escenas de guerra y reyes retratados sobre unos caracoles gigantes de colores distintos. Llegaron a una enorme puerta de madera.

-El rey, os recibirá ahora, solo deberéis hablar cuando se os pregunte, adelante-dijo Green-.

La enorme puerta se abrió y una luz cegadora proveniente de una bóveda abierta en el techo de paja.

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