
La batalla había comenzado, no tardó en sonar el impacto en las filas del sector por delante de mí. El acero de las espadas resonaba entre gritos de rabia y dolor. Y entre todos esos gritos yo recordaba a mi amada. La muerte se cernía en aquel lugar y a kilómetros de allí una persona anhelaba mi aliento y mi calor. Ella vivía en un valle lleno de belleza donde la primavera era más verde que en cualquier parte del mundo. Y allí esa persona que ocupaba mi corazón por completo aguardaba en su casa esperándome a mí o una carta anunciando que no volvería más.
Mis compañeros caen a mi lado llenos de sangre mientras mi espada me defiende de los fuertes ataques. Pero pronto mi fuerza de poco sirve ya que nos superan en número. Una lanza atraviesa mi armadura y una espada penetra mi costado. Suavemente caigo al suelo y veo como hombres pasan sobre mí como si fuese parte del suelo, algo inerte.
Mis lágrimas caen sobre la tierra y una cara viaja a ese valle, pero nadie responde ya que ella se quitó la vida al yo partir a una guerra de la que sabía que no volvería. Ahora ese valle esta seco y su color verde se ha tornado en el color de la tierra. Pero no importa, pues ahora ella y yo estamos en otro valle donde sin guerras y juntos descansaremos en paz, por siempre y para siempre.
1 comentario:
Ostias¡¡¡¡ que pasada, me gusta muchisimo tio y lo sabes, pero esto es la caña...mi mas sincera enhorabuena, veo un futuro escritor de fantasia del tipo R.Zafón.
Tio un abrazo enorme, y sique así.
Adioooos¡¡¡¡
elmen
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