La vida es tan triste como nosotros decidimos que sea, si vemos todo negro, si no luchamos por nuestros sueños la vida cae por un precipicio que parece no tener fin. Por ello debemos luchar, ser fuertes y vislumbrar una luz siempre que podamos para seguir adelante. Nunca debemos perder la esperanza pues cuando la perdemos los sueños se convierten en inalcanzables y ninguno debe ser así. Todos los sueños son posibles si luchamos por ellos para que no sean sueños y se hagan realidad.
Tu vida puede resultarte pesada, que todo salga mal y que cuando necesites una sonrisa solo encuentre lágrimas. Pero por ello debes buscar esa luz en la oscuridad que te alumbre y te haga salir adelante porque esa luz es lo único que te queda para volver a vivir con ganas y con esperanza una vida que debes disfrutar al máximo. Nunca desesperes, nunca te rindas, pues todos llevamos un fénix dentro de nosotros que nos ayuda a volver a la vida y seguir adelante.
Y si algún día no lo soportas, si algún día ese peso sobre tu espalda te impide levantarte y seguir luchando, al menos nunca dejes de intentarlo. Porque cada día que pasa es un día menos en tu vida y por eso no debes dejar que ese día sea gris ya que será el último que vivas en tu vida para dar paso a otro nuevo.
Por ello y volviendo al principio, la vida no es triste, nosotros decidimos como queremos que sea, la vida es como es y nosotros la pintamos del color que la queremos ver. Por ello debemos pintarla de un color que nos haga felices, un color donde la luz ilumine la oscuridad y donde las pequeñas lágrimas se evaporen dejando paso una sonrisa con la que mirar al cielo y sentirnos orgullosos pues el fénix que llevamos dentro retoma su vuelo.
Tu vida puede resultarte pesada, que todo salga mal y que cuando necesites una sonrisa solo encuentre lágrimas. Pero por ello debes buscar esa luz en la oscuridad que te alumbre y te haga salir adelante porque esa luz es lo único que te queda para volver a vivir con ganas y con esperanza una vida que debes disfrutar al máximo. Nunca desesperes, nunca te rindas, pues todos llevamos un fénix dentro de nosotros que nos ayuda a volver a la vida y seguir adelante.
Y si algún día no lo soportas, si algún día ese peso sobre tu espalda te impide levantarte y seguir luchando, al menos nunca dejes de intentarlo. Porque cada día que pasa es un día menos en tu vida y por eso no debes dejar que ese día sea gris ya que será el último que vivas en tu vida para dar paso a otro nuevo.
Por ello y volviendo al principio, la vida no es triste, nosotros decidimos como queremos que sea, la vida es como es y nosotros la pintamos del color que la queremos ver. Por ello debemos pintarla de un color que nos haga felices, un color donde la luz ilumine la oscuridad y donde las pequeñas lágrimas se evaporen dejando paso una sonrisa con la que mirar al cielo y sentirnos orgullosos pues el fénix que llevamos dentro retoma su vuelo.
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