martes, 11 de septiembre de 2012
CAMBIO DE BLOG
Tras varios meses en el dique seco El Rincón del Fénix vuelve cual ave fénix con más fuerza y energías renovadas. En el pasado este blog se dedicaba a publicar relatos cortos y poemas pero en esta ocasión también se hablará de cine, música, cómics, videojuegos, libros... y todo lo que esté por venir (sin dejar de lado los relatos que volverán con algunos clásicos y muchos más nuevos)
Si queréis continuar el vuelo del fénix una vez más la dirección nueva es la siguiente:
http://rincondelfenix.blogspot.com.es/
Gracias y nos vemos pronto ;)
miércoles, 13 de junio de 2012
EN BUSCA DE UN FINAL FELIZ
lunes, 26 de marzo de 2012
Esperanza

sábado, 24 de marzo de 2012
Miedo

lunes, 9 de enero de 2012
La pintora
Ana se encontraba un día más ante su lienzo, el sol penetraba suavemente por el ventanal acariciando con sus rayos los bordes de aquella nueva obra. Un mero esbozo con lápices que poco a poco iba cobrando vida. Lo contempló y suspiró y tras apartarse un poco de su cabello castaño de la cara volvió a retomar su trabajo con su otra mano. Aquel ventanal desaparece y ella y el cuadro se vuelven uno, envolviéndose en cada trazo lentamente y transformando lo que era una mancha blanca en una ventana a otro mundo. Un mundo que no es real pero que la joven se empeña en que así parezca, retocando cada detalle y perfeccionándolo al máximo. Una pradera y un gran caballo galopando en ella, sus crines al viento parecen moverse, pero no es más que esa sensación de realidad que Ana imprime a sus obras. El sol comienza a ponerse y la luz deja de entrar por el ventanal. En ese momento es cuando decide apagar la luz y terminar su obra en otra ocasión, quizás otro día que no tenga tanto trabajo piensa, pero es entonces cuando al cerrar la puerta aquella pintura cobra vida, cuando nadie la observa, y deja de estar eclipsada por la belleza de su creadora.
domingo, 27 de noviembre de 2011
EL ESPECTÁCULO DEBE CONTINUAR

En una de las pausas entre canción y canción comencé a oír unos golpes en la estancia más próxima, a lo cual intrigado procedí a quitarme los auriculares y caminar lentamente con la linterna en mano. Era muy habitual que en aquel lugar se colasen por la noche vagabundos y más en aquellos días en busca de un lugar donde resguardarse. Lentamente comencé a caminar hacia la puerta y de nuevo un ruido resonó en el interior de la habitación, camerino 11 señalaba el cartel de la puerta. Con firmeza me dispuse a girar el pomo de la puerta con una mano mientras sujetaba la linterna con la otra. El lugar permanecía a oscuras y volví a escuchar el ruido, rápidamente ilumine con la linterna, descubriendo como la ventana golpeaba a causa de estar mal cerrada y del viento que me había jugado una mala pasada. Observe a mi alrededor y vi aquel viejo espejo enmarcado en viejas bombillas que hacía tiempo que no funcionaban. Deje la linterna sobre la mesa y utilice uno de los viejos taburetes de madera para subirme y cerrar la ventana. Finalmente conseguí cerrarla y un escalofrío recorrió mi espalda, seguido de un susurro: "el espectáculo debe continuar". La luz de la linterna desapareció y en un intento de volverme bruscamente la banqueta crujió y yo caí al suelo a oscuras. Las risas resonaban en el lugar y yo tras ver la linterna en el suelo a mi lado me lancé desesperado hacia ella tratando de encenderla.
Cuando por fin conseguí recuperar la calma y alumbrar el lugar todo volvía a la normalidad, nadie había en la sala y el taburete se había roto debido a su antigüedad. Sin querer pararme a pensar que habría sido todo aquello me dirigí a la puerta e intenté girar el pomo, pero no pude. El pomo abrasó mi mano y horrorizado vi como la habitación dejaba de estar a oscuras para iluminarse por un fuego que me rodeaba por todos lados. Entre las llamas distinguí una silueta que ardía y gritaba ayuda mientras yo desesperadamente comencé a embestir la puerta intentando salir de allí como fuese. Al fin la puerta cedió y yo comencé a correr por el pasillo de lo camerinos. Normalmente era más corto pero en esta ocasión por mucho que corría no parecía tener fin, por lo que decidí parar mi carrera y fijarme bien en el número de la puerta, mi sorpresa fue aun mayor al observar que el camerino de mi derecha y de mi izquierda era el 11 y según avanzaba seguía igual. Trate de concienciarme y serenarme y cerré los ojos esperando despertar de aquella pesadilla.
Al abrir los ojos ya no me encontraba en el pasillo si no en el escenario del teatro, frente a mi una joven chica de cabello rubio me miraba sin decir nada. Avancé lentamente sin saber que decir y de pronto su silueta sin caminar se acerco en décimas de segundo frente a mi, sus ojos azules como el cielo se tornaron en un color gris mientras que comenzó a llorar. Pero no eran lágrimas, si no sangre lo que resbalaba por su rostro, horrorizado retrocedí, mientras ella me decía llorando "¿Donde vas? El espectáculo debe continuar" No quise contemplar más la escena y comencé a correr en esta ocasión hacía la puerta del teatro mientras los llantos comenzaban a sonar cada vez más fuerte a mis espaldas. Por fin salí a la calle y la lluvia comenzó a empapar mi pelo, los gritos cesaron y fueron sustituidos por las gotas golpeando fuertemente contra el suelo.
La policía no tardo mucho en llegar, yo esperé sentado en las escaleras del edificio de enfrente resguardándome de la lluvia lo mas lejos de la entrada de la que había huido despavorido. Al registrar el lugar no encontraron ni rastro de las cosas que yo había visto. Finalmente me condujeron al interior del lugar y les guié al camerino, pero de nada sirvió pues no existía el camerino número 11. Del 10 saltaba al 12 y en el lugar del 11 se encontraba un cuarto de limpieza. No volví a saber nada de aquel cuarto hasta muchos años después, en un día en el que indagando descubrí la noticia de una muerte trágica, la de una actriz que en aquel teatro murió en un incendio en su camerino.
martes, 8 de noviembre de 2011
REENCUENTRO
Vagando entre tormentos de nuevo decidí volver a buscarte,
te encontré entre mi memoria con ganas de abrazarte,
queriendo recordar los momentos en los que no todo fue un fracaso,
anhelando y con miedo a dar otro paso para llenar este vaso.
Ya no puedo respirar sin el olor de tu pelo cuando estas entre mis brazos,
de nuevo vuelvo a sentir unas cadenas que aprisionan mi corazón a tu lado,
el miedo golpea con fuerza ante un destino que decide con sus mazos,
solo el tacto de tus dedos entre mis manos hace que no de todo por terminado.
¿Voy en la dirección correcta? Puede que comprobarlo la pena merezca,
¿Y si todo vuelve a estropearse? Mi corazón volverá a desquebrajarse,
Riendas de un destino que no encuentra su camino,
Riendas de una vida, que de nuevo busca una salida.