viernes, 30 de julio de 2010
Soledad
miércoles, 28 de julio de 2010
Lluvia de verano
[Contra viento y marea] (Da igual lo que pase, siempre será así)
[11.01.09] La magia existe, y nunca se olvida.
viernes, 9 de julio de 2010
Los sueños del corazón
A veces sin ti me cuesta respirar, necesito tu aliento, necesito tu amor, sin tu todo pierde sentido y solo siento dolor. El aire que respiro se convierte en suspiros, suspiros de una vida ahogada en la más delgada soledad. Las lagrimas dejan de caer por el rostro, las mejillas se secan al sol, pero nada cambia, el corazón sigue latiendo solo, despacio, aguardando y envuelto en un gran manto de esperanza. Anhelo, vacio, momentos que llegaron y que parecen cada vez más lejos. Recuerdos de sueños que una vez se cumplieron y que desean no truncarse en sueños rotos, porque los sueños rotos quitan las ganas de luchar y de vivir, porque los sueños nos mantienen con vida. Por eso me refugio en la esperanza, una esperanza que cada vez parece menos clara pero sin la cual mi alma caería a un vacio donde se perdería sin remedio alguno. Sueño con el día en que todo vuelva a ser igual, sueño con abrazarte, con hacerte sonreír, sueño con que un día los dos volvamos a hacernos felices juntos. Y cada día me aferro más a ese sueño, lo agarro como quien agarra un salvavidas en el medio del mar, un mar en el que ya no veo tierra y floto a la deriva siguiendo los latidos de mi corazón. Un corazón que late por ti, un corazón que dibuja finas líneas en mi mente repitiéndome una vez más que te quiero, pues no basta con quererse y por eso nos amamos, cada día que pasa sin ti es una muestra de ello, pues aunque no te tenga, aunque la distancia cada vez sea más grande, mi corazón sigue latiendo como el primer día a la espera de que todo se arregle. Cuento los segundos sin ti y ya me parecen una vida, te esperare hasta el fin de mis días.
Te quiero y siempre te querré ángel caidillo.
[Contra viento y marea]
martes, 6 de julio de 2010
La leyenda del oso y el ángel
Cuentan las leyendas que hace justo dos años un oso vagaba triste y solo por el bosque encantado de Odab y fue allí donde un ángel de alas negras se le apareció en la copa de uno de los árboles del frondoso bosque. Ante su asombro el oso intento conocer a esa extraña criatura que había aparecido ante él. Los meses pasaron y el oso cada vez acudía al mismo punto con más frecuencia buscando refugio en aquel ángel que hacía su vida cada vez más feliz. Poco a poco un lazo de amor surgió entre las dos criaturas tan diferentes pero que a la vez se complementaban. Un día un incendio se propagó por todo el bosque arrasando varios árboles a su paso y llenando todo de humo. El humo y el fuego impidieron que el oso pudiese llegar hasta el árbol donde su amor le aguardaba día tras día. Los días pasaban y el oso pensaba en rendirse por momentos, la soledad era muy fuerte, pero no podía olvidar el amor que sentía por aquella criatura, un amor tan grande que aunque el humo le impidiese ver sentía que al otro lado seguía quedando otra llama sin apagar que no era la del fuego. Dicen que el oso sigue esperando a que un día humo se disperse y que nunca se rendirá pues sus sentimientos pueden con todo lo que se ponga por el medio.
<<Contra viento y marea>>